AVÍO DEL ALMA

viernes, 7 de octubre de 2016

ENAMORAMIENTO Y AMOR


ENAMORAMIENTO Y AMOR 



“Estar enamorado es, descubrir lo bello que es la vida.
Estar enamorado es, confundir la noche con los días.
Estar enamorado es, caminar con alas por el mundo.
Estar enamorado es, vivir con el corazón desnudo.
Estar enamorado es, ignorar el tiempo y su medida.
Estar enamorado es, contemplar la vida desde arriba.
Estar enamorado es, divisar la estrella más pequeña.
Estar enamorado es, olvidar la muerte y la tristeza.
Estar enamorado es, ver el mar con árboles y rosas.
Estar enamorado es, escuchar tu voz en otra boca.
Estar enamorado es, respirar el aire más profundo.
Estar enamorado es, confundir lo mío con lo tuyo”.

Esta estrofa de la canción interpretada por el cantante español Raphael, ¿nos servirá para poder distinguir entre enamoramiento y estar enamorado?

Diversos estudios sobre las relaciones de pareja nos dicen que el enamoramiento y el estar enamorado no es lo mismo. Son dos etapas distintas, con sensaciones propias y diferentes. El enamoramiento se da al principio de la relación y se distingue por un cambio muy marcado en la conducta.

El enamoramiento y sus conductas

- Podemos estar horas y horas pensando en la otra persona. Estamos como “hipnotizados”.

- Queremos estar juntos el mayor tiempo posible, y hasta nos olvidamos de nuestros deberes y responsabilidades, incluido los estudios, la familia, el descanso…

- Estamos muy pendientes de lo que el otro necesita, para agradarle en todo, por miedo a perderle. Coartamos nuestra libertad, y en vez de mostrarnos como somos, nos mostramos como al otro le gusta que seamos.

- Nos interesa mucho conocer a la otra persona y queremos  que nos conozca, y le damos una super-importancia a los  sentimientos. Todo lo decidimos en base a lo que sentimos, en vez de hacerlo en base a lo que es bueno, a lo que nos ayuda, a lo que nos conviene y a lo que es lo mejor para nosotros en ese momento.

- Incluso podemos llegar a idealizar la relación o directamente a la persona, ya que ella es quien nos gustaría ver como complemento perfecto a nuestras propias necesidades. Perdemos la “objetividad” sobre el otro.

- Aparece una gran atracción sexual y se tienen sentimientos positivos y gratificantes. En esta etapa las hormonas se alocan, se excitan para que esta sensación de urgencia obligue al encuentro apasionado, a las relaciones sexuales, al erotismo. Se nos caen la bombacha y el bóxer con una facilidad espantosa.



El amor comienza realmente cuando termina el enamoramiento

A medida que avanza la relación, poco a poco cada uno se va despojando de las capas que lo cubren para mostrarse tal como en realidad es (al menos así debe ser, para que la relación sea auténtica y no “un fraude amoroso”). Es en esta etapa cuando se define la dirección que tomará la relación, es decir, si termina o si continua para abrirse paso a la experiencia de sentirse enamorado.

Para pasar del enamoramiento al amor verdadero es necesario:

- Tiempo y disposición para conocer a la otra persona. Hablar mucho y con sinceridad. “Abrir más la boca y cerrar más las piernas (literalmente)”.

- Reconocer y aceptar los defectos del ser amado, ver sus fallos y carencias y ayudarle, en la medida de lo posible, a superarlas. He dicho ayudarle, no cubrir sus carencias. Nadie inicia una relación para hacer feliz a otro. Él y ella, deben ser felices antes de comenzar la relación. Si uno de los dos no lo es, es un error por parte del otro asumir la responsabilidad de hacerlo feliz. Eso es imposible y esa relación está abocada al fracaso.

- Cada uno debe ser capaz de descubrir los defectos del otro, aceptarlos y, si cree que puede convivir con esa persona tal y como es, tomar la decisión de amarla. 

- Ver lo bueno y lo malo de la relación con la mayor objetividad posible. Si una relación es TÓXICA, hay que cortar cuanto antes.

- Ser realistas. Ahora la fantasía e idealización quedaron atrás. O acepto al otro tal cual es, o estaré construyendo la relación sobre cimientos  falsos. Antes  o después me arrepentiré.

- Ver la relación como una unión completa y perdurable. Para que eso se dé, hay que “trabajar” la relación. Nada es gratis en esta vida. Y más del 90% de los divorcios y separaciones se llevan a cabo sin haber hecho lo que había que hacer para poder seguir juntos y ser felices.

- Tener conciencia cierta de lo que somos y de lo que podemos construir juntos. Cuidado con los autoengaños.

- Compartir, dar y recibir. Una relación donde uno solo da, y el otro solo recibe, es una relación enfermiza. Debe haber reciprocidad en la relación: El verdadero amor no es sólo de uno.

- Compartir intereses, ideales, sueños y un proyecto de pareja y matrimonio.



Para terminar, señalar que el enamoramiento tiende a desubicarnos; nos lleva muchas veces a tener actitudes algo irracionales que pueden tener serias consecuencias. Por eso la importancia de ser personas que realmente nos conocemos, aceptamos y queremos. Si es así, esta etapa no tiene porqué desequilibrarnos; al contrario, nos acercará más a nuestro propio centro, a la autenticidad personal y nos prepara para vivir plenamente la siguiente etapa.

El enamoramiento y el estar enamorado tienen cada uno su momento. No debemos confundirlos y, menos, tomar decisiones precipitadas (especialmente durante los dos primeros años de la relación) si aún no identifican sus diferencias; tómense su tiempo, vívanlo y cuando estén listos(as) para el amor verdadero, ese que se distingue por ser fuerte y perdurable, no lo dejen ir y recíbanlo con todo el alma y el corazón.


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