AVÍO DEL ALMA

martes, 24 de diciembre de 2019

NO TE METAS EN MI VIDA



¡¡¡NO TE METAS EN MI VIDA!!!


Hoy que estoy profundizando mis estudios teológicos en la Familia, sus valores, sus principios, sus riquezas, sus conflictos, recordaba una ocasión en que escuché a un joven gritarle a su padre:
-      “¡¡NO TE METAS EN MI VIDA!!”
Ésta frase caló hondamente en mí, tanto, que frecuentemente la recuerdo y comento en mis conferencias para padres e hijos. ¿Si en vez de sacerdote, hubiese optado por ser padre de familia, qué le respondería a mi hijo, si él me hiciera esa pregunta?
Y pensando, ésta podría ser una respuesta:

- “¡Hijo, un momento, no soy yo el que me meto en tu vida, tú te has metido en la mía!”
Te lo explico para que lo entiendas:
“Hace muchos años, gracias al profundo amor que mamá y yo nos tenemos, Dios permitió que llegaras a nuestras vidas y ocuparas todo nuestro tiempo. Antes de que nacieras, mamá se encontraba mal, no podía comer, y además debía guardar reposo, así que yo, tuve que encargarme de las tareas de la casa, además de mi trabajo. Los últimos meses, antes de que llegaras a este mundo, mamá no podía dormir y tampoco me dejaba dormir a mí.
Antes de nacer los gastos aumentaron increíblemente, tanto que gran parte de nuestro salario se gastaba en ti, en el médico que atendía a mamá, en medicamentos y en comprarte lo mejor. Mamá quería comprarte todo lo que veía para bebes, las mejores prendas, y lo más lindo. Y tú, me dices: ¿NO TE METAS EN MI VIDA?
Llegó el día en que naciste y compramos un recuerdo para regalar a todos aquellos que vinieran a conocerte.
Desde la primera noche no dormimos. Cada tres horas como si fueras un reloj nos despertabas para que te diéramos de comer, otras veces te sentías mal y llorabas todo el tiempo, sin que nosotros supiéramos que hacer, pues no sabíamos qué te sucedía y hasta llorábamos contigo. Y tú, me dices: ¿NO TE METAS EN MI VIDA?
Comenzaste a dar los primeros pasos y tuvimos que estar detrás de ti todo el tiempo, ya no podíamos sentarnos tranquilos a leer el periódico, a ver una película, ni podía ver el partido de mi equipo favorito, porque para cuando menos lo esperaba, te perdías de mi vista y tenía que salir tras de ti para evitar que te lastimaras. Y tú, me dices: ¿NO TE METAS EN MI VIDA?
Todavía recuerdo el primer día que fuiste a la escuela. Tuve que llamar al trabajo y decir que no podía ir, porque tuve que acompañarte al colegio y estar contigo. Tú no querías entrar, llorabas y me pedías que no me fuera, tuve que pedirle a la maestra que me dejara estar a tu lado, hasta que tomaras confianza.
A las pocas semanas ya no me pedías que no me fuera, y unos pocos días mas tarde, hasta te olvidabas de despedirte cuando bajabas del auto corriendo para encontrarte con tus amiguitos.
Y tú, me dices: ¿NO TE METAS EN MI VIDA?
Seguiste creciendo y nos pedías que te lleváramos al lugar en que te reunías con tus amigos, y que te dejáramos y te recogiéramos unas calles antes. Eras demasiado moderno y no se cuantas cosas más. No querías llegar temprano a casa, te molestabas que te pusiéramos límites o reglas, no podíamos hacer comentarios acerca de tus amigos, sin que te volvieras contra nosotros, como si los conocieras a ellos de toda la vida y nosotros fuéramos unos "desconocidos" para ti. Y tú, me dices: ¿NO TE METAS EN MI VIDA?
Cada vez sé menos de ti, y lo que sé, es a través de los demás, ya no quieres hablar conmigo, dices que siempre te estoy regañando. Todo lo que yo hago está mal y te burlas de mí. Y yo me pregunto, ¿Cómo con tantos defectos he podido darte todo lo que tienes? Mamá se queda despierta y no me deja dormir preguntándome si has llegado a casa, diciéndome que es muy tarde y que tu celular está desconectado, que ya son las 3:00 de la mañana y no has llegado. Solo cuando te oye entrar en casa y cerrar la puerta de tu habitación, podemos dormir. Y tú, me dices: ¿NO TE METAS EN MI VIDA?
Te aburre hablar con personas como nosotros, que no entienden el mundo de hoy, por eso sólo me buscas cuando hay que pagar algo, necesitas dinero para la universidad, o para tu diversión. Y tú, me dices: ¿NO TE METAS EN MI VIDA?

¡Hijo, yo no me meto en tu vida… eres tú quien te has metido en la mía, y te aseguro que no me arrepiento de que lo hayas hecho y la hayas cambiado para siempre!
Mientras esté vivo, me meteré en tu vida, para ayudarte, para formarte, para amarte y para hacer de ti una persona de bien.Además si no lo hago yo, otros se meterán en tu vida y esa es una responsabilidad que me corresponde a mí.
¡Sólo los padres que saben como meterse en la vida de sus hijos logran hacer de éstos, hombres y mujeres que triunfen en la vida y sean capaces de amar y ser amados!”
“La paternidad no es un capricho o un accidente, es un don de Dios, que nace del Amor”
       Hijos del mundo entero: Empiecen a valorar a sus padres, porque a pesar de no ser perfectos, se esfuerzan y se sacrifican por ustedes, porque los aman y darían su vida por ustedes, si fuera necesario. Porque lo único que quieren es que sean felices y triunfen en la vida, para que lleguen a ser grandes personas con grandes valores.

       ¿Qué tal si empiezas hoy mismo dando las gracias a tu padre y a tu madre por haber dejado meterte en su vida?


domingo, 17 de noviembre de 2019

EL MEJOR MAIZ



EL MEJOR MAIZ




Había una vez un granjero que cultivaba en sus campos el mejor maíz. Cada año presentaba su maíz en la feria estatal de cereales, y su maíz siempre ganaba el primer premio, siendo galardonado este agricultor con el premio: “MAÍZ DEL AÑO”. Entraba con su maíz en la feria y salía con la faja azul recubriendo su pecho. Su maíz era cada vez mejor.
Un año, un reportero de un periódico lo entrevistó, con intención de conocer la estrategia del agricultor para cultivar el maíz ganador. Se acercó al agricultor y le dijo:

-      Usted lleva varios años siendo galardonado con el primer premio al mejor maíz del año. ¿Tendría Usted algún inconveniente en revelarnos cómo hace para que su semilla resulte galardonada año tras año?

El agricultor sonrió y muy amablemente le respondió al periodista:

-      El secreto es muy sencillo. Cuando mis vecinos vienen a buscar semillas para sus campos, yo siempre les vendo de las mejores semillas de mi cosecha.

El periodista sorprendido volvió a preguntar:

-      ¿Cómo puede permitirse el lujo de compartir sus mejores semillas de maíz con sus vecinos, cuando están compitiendo con las suyas cada año?


-      ¿Por qué? ¿No sabe usted? - dijo el granjero -. El viento recoge el polen del maíz maduro y lo lleva de campo en campo. Si mis vecinos cultivan maíz inferior, la polinización cruzada degradará de manera constante la calidad de mi maíz. Si quiero cultivar buen maíz, debo ayudar a mis vecinos a cultivar maíz bueno también.

REFLEXIÓN

Así sucede con nuestras vidas:

·         Los que quieren vivir de manera significativa deben ayudar a enriquecer las vidas de los demás, porque el valor de una vida se mide por las vidas que toca.

·         Aquellos que escogen estar en paz, deben hacer que sus vecinos estén en paz.

·         Aquellos que quieren vivir bien, tienen que ayudar a los otros para que vivan bien.

·         Aquellos que quieren ser felices, tienen que ayudar a los otros a encontrar la felicidad, pues el bienestar de cada uno está ligado al bienestar de todos.

·         "Para tratar contigo mismo, usa la cabeza. Para tratar con los otros, usa el corazón".

·           El hecho es que en comunidad y en nuestra vida, nuestros exitos están en funcion de la bendicion que recibimos por bendecir a otros, aun compartiendo pequeñas semillas.


jueves, 10 de octubre de 2019

SI ME VES CANSADO



SI ME VES CANSADO


Si me ves cansado, fuera del sendero,
ya casi sin fuerzas para hacer camino...
Si me ves sintiendo que la vida es dura,
porque ya no puedo, porque ya no sigo...
ven a recordarme cómo es un comienzo,
ven a desafiarme con tu desafío.
Muéveme en el alma, vuélveme al impulso,
muéveme en el alma, llévame a mí mismo.
Que yo sabré entonces encender mi lámpara
en el tiempo oscuro, entre el viento frío.
Volveré a ser fuego desde brasas quietas,
que alumbre y reviva mi andar peregrino.
Vuelve a susurrarme aquella consigna
del primer paso para un principio.
Muéstrame la garra que se necesita
para levantarse desde la caída.
Si me ves cansado fuera del sendero,
sin ver más espacios que el de los abismos.
Trae a mi memoria que también hay puentes,
que también hay alas que no hemos visto,
Que vamos armados de fe y de bravura,
que seremos siempre lo que hemos creído.
Que somos guerreros de la vida plena,
y todo nos guía hacia nuestro sitio.
Y que un primer paso, y que un nuevo empeño,
nos lleva a la forma de no ser vencidos.
Que el árbol se dobla, se agita, estremece,
deshoja y retoña, pero queda erguido.
Que el único trecho que da el adelante
es aquel que cubre nuestro pie extendido.
Si me ves cansado fuera del sendero,
solitario y triste, quebrado y herido,
siéntate a mi lado, tómame las manos,
entra por mis ojos hasta mi escondrijo.
Y dime: - ¡SE PUEDE!, e insiste, ¡SE PUEDE!,
hasta que yo entienda que puedo lo mismo.
Que tu voz despierte, desde tu certeza,
al que de cansancio se quedó dormido.
Y, tal vez, si quieres, préstame tus brazos,
para incorporarme, nuevo y decidido.
Que la unión es triunfo y es un desafío
caminar la vida, y hacerlo unidos.
Préstame ese hombro que yo necesito,
cuando voy cansado, sin fuerzas ni amigos,
y aunque nada vea, y aunque esté rendido,
repite, ¡se puede!, con el mismo brío.
Si me ves cansado fuera del sendero,
lleva mi mirada hacia tu camino.
Hazme ver las huellas, que allá están marcadas,
de un paso tras otro por donde has venido.
Y vendrá contigo una madrugada,
la voz insistente para un nuevo inicio
que abrirá otro rumbo, porque sí he creído,
QUE SIEMPRE SE PUEDE...
se puede, mi amigo!


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viernes, 23 de agosto de 2019

CANICAS ROJAS



CANICAS ROJAS

Durante los duros años de la Revolución, en un pueblo pequeño de Aguascalientes, México, solía ir al almacén del Sr. Muro para comprar productos frescos. La comida y el dinero faltaban, y el trueque se usaba mucho: yo te doy esto y tú me das otra cosa.

Un día en particular, el Sr. Mauro me estaba empaquetando unas papas. Cuando de repente me fijé en un niño pequeño, delicado de cuerpo y aspecto, con ropa rota pero limpia que miraba atentamente una caja de peras frescas. Pagué mis papas, pero también me sentí atraído por el aspecto de esas peras. ¡Me encanta el dulce de pera y las papas frescas! Admirando las peras, no pude evitar escuchar la conversación entre el Sr. Mauro y el niño.


- “Hola Toño, ¿Cómo estás hoy?”
- “Hola Sr. Mauro. Estoy bien, gracias... solo miraba las peras... se ven muy buenas”.
- “Sí, son muy buenas. ¿Cómo está tu mamá?”
- “Bien. Cada vez más fuerte”.
- “Dime, ¿hay algo en que te pueda ayudar?”
- “No Señor. Sólo miraba las peras”.
- “¿Te gustaría llevarte algunas a casa?”
- “No Señor. No tengo con que pagarlas”.
- “Bueno, ¿qué tienes para cambiar por ellas?”
- “Lo único que tengo es esto, mi canica más valiosa”.
- “¿De veras? ¿Me la dejas ver?”
- “Acá está. ¡Es una joya!”
- “Ya lo veo. El único problema es que ésta es azul y a mí me gustan las rojas. ¿Tienes alguna como ésta, pero roja, en casa?”
- “No exactamente, pero casi”.
- “Hagamos una cosa. Llévate esta bolsa de peras a casa y la próxima vez que vengas muéstrame la canica roja que tienes”.
- “¡Claro! Gracias Sr. Mauro”.


La esposa de Mauro, Carmelina, se me acercó a atenderme y con una sonrisa me dijo:
- “Hay dos niños más como él en nuestra comunidad, todos en situación muy pobre. A Mauro le encanta hacer trueque con ellos por peras, manzanas, tomates, o lo que sea. Cuando vuelven con las canicas rojas, y siempre lo hacen, él dice que en realidad no le gusta tanto el rojo, y los manda a casa con otra bolsa de mercadería y la promesa de traer una canica color naranja o verde tal vez”.


       Me fui del negocio sonriendo e impresionado con este hombre.

Un tiempo después me mudé a Guadalajara pero nunca me olvidé de este hombre, los niños y los trueques entre ellos.

Pasaron varios años, cada uno más rápidamente que el anterior. Recientemente tuve la oportunidad de visitar a unos amigos en esa comunidad en Aguascalientes. Mientras estuve allí, me enteré que el Sr. Mauro había muerto. Esa noche sería su velatorio y sabiendo que mis amigos querían ir, acepté acompañarlos. Al llegar a la funeraria, nos pusimos en fila para conocer a los parientes del difunto y para ofrecer nuestro pésame. Delante de nosotros, en la fila, había tres hombres jóvenes. Uno tenía puesto un uniforme militar y los otros dos unos bonitos trajes oscuros con camisas blancas. Parecían profesionales. Se acercaron a la Sra. Carmelina, quien se encontraba al lado de su difunto esposo, tranquila y sonriendo. Cada uno de los hombres la abrazó, la besó, conversó brevemente con ella y luego se acercaron al ataúd.
Los ojos oscuros llenos de lágrimas de la Sra. Carmelina, siguieron uno por uno a los tres jóvenes, mientras cada uno tocaba con su mano cálida, la mano fría dentro del ataúd. Cada uno se retiró de la funeraria limpiándose los ojos.
Llegó nuestro turno y al acercarme a la Sra. Carmelina le dije quién era y le recordé lo que me había contado años atrás sobre las canicas.
Con los ojos brillando, me tomó de la mano y me condujo al ataúd.

- “Esos tres jóvenes que se acaban de ir son los tres chicos de los cuales te hablé. Me acaban de decir cuanto agradecían los “trueques” de Mauro. Ahora que Mauro no podía cambiar de parecer sobre el tamaño o color de las canicas, vinieron a pagar su deuda. Nunca hemos tenido riqueza, -me confió-, pero ahora Mauro se consideraría el hombre más rico del mundo”.

A continuación la esposa levantó la mano de su esposo fallecido. Allí estaban, eran tres canicas rojas exquisitamente brillantes. El amor del Sr. Mauro quedó grabado en el corazón de los tres chicos de tal manera, que jamás olvidaron su actitud y generosidad.



“No seremos recordados por nuestras palabras, sino  por  nuestras  acciones”

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jueves, 11 de julio de 2019

ITATÍ, "CUNA DEL MATE PARA EL ALMA"



ITATÍ, Cuna del Mate para el alma


En marzo de 2017 el Pueblo de la Virgen se convulsionó por la triste y conocida noticia del tráfico de una yerba muy mala, muy mala, llamada DROGA, que mata a las personas, que produce efectos nefastos en quien la consume y que ha llevado a muchas familias a la desdicha, causando en muchas ocasiones un dolor irreparable, por el solo hecho de realizar trabajos ilegales, lo que les permitía conseguir dinero muy fácil, pensando que jamás les pasaría nada, por no tener en cuenta que todo lo ilegal trae tremendas consecuencias.
  
       Los medios de comunicación aprovecharon la ocasión que proporcionaban tan lamentables sucesos para informar en todo el país, que el Pueblo de la Virgen se había convertido en el pueblo de los narcos. Era una manera muy burda y publicista de vender la noticia de un problema que tiene muchas raíces y lugares donde se debe seguir trabajando para erradicarlo. E Itatí, a pesar de todo, siguió siendo el Pueblo de la Virgen y Tierra de María.

       Pocos meses después, el Espíritu “comenzó a soplar” haciéndome entender que en Itatí tenemos una Yerba muy buena, muy buena, muy buena, UNA YERBA PARA EL ALMA. Y esa Yerba es mucho anterior a la droga, al contrabando de cigarrillos y a muchas otras cosas poco éticas que han pasado y pasan en muchos lugares, y no solo en Itatí.

Es así, como comencé a difundir esa Yerba tan extraordinaria que es EL MATE PARA EL ALMA. Porque entendí que desde hace más de 400 años, y bajo la forma de una Imagen de la Pura y Limpia Concepción de María, se ha instalado en Itatí LA MEJOR FÁBRICA DE YERBA MATE PARA EL ALMA: “MARÍA”. Y es ella, quien después de tener esa Yerba durante 9 meses en su vientre, nos ofrece a Itateños y Peregrinos a su hijo JESÚS, LA MEJOR YERBA MATE PARA EL ALMA.

Y ese ha sido durante más de 400 años, y sigue siendo en la actualidad, el motivo por el que miles y miles de peregrinos llegan cada año a Itatí: en busca de la Mejor Yerba Mate para el alma. "Llegan con el alma y los pies sangrantes, con sus ruegos más fervientes, todo el amor de Corrientes y la fe del Taragüi". 

Vienen “a lavar el mate”, a hacer una linda, sincera y sentida confesión, porque quieren empezar de nuevo. No importa los tropezones y las caídas que hayan tenido en la vida, porque María los toma de la mano y los conduce a Jesús. Y quien se deja guiar por María, vuelve a su casa con un espíritu renovado y con ganas de empezar de nuevo. Pero eso solo va a ser posible, si tomamos Mate para el Alma a diario.

Todo esto me ha hecho bautizar a Itatí con un nuevo y cariñoso título: ITATÍ, CUNA DEL MATE PARA EL ALMA. 

Queridos Itateños y peregrinos, hace 5 años que estoy entre ustedes, trabajando y acompañándoles. Amo este lugar, porque todos ustedes me han demostrado un amor incondicional.
Dios quiera que, entre todos, podamos hacer realidad que Itatí sea una CUNA DEL MATE PARA EL ALMA. 

Tierna Madre de Itatí, ruega por nosotros.
                                                    
                                                            P. FELI DE LOS MOZOS.
                                               (BASÍLICA DE ITATÍ – CORRIENTES)