AVÍO DEL ALMA

viernes, 18 de marzo de 2016

CARTA DE UN SENTENCIADO A SU MADRE ANTES DE SER EJECUTADO


Carta de un sentenciado


Un hijo escribió una conmovedora carta a su madre antes de ser ejecutado. Él mismo quiso que llegara a todas las madres y padres de familia que, de una u otra forma, están cayendo en el error de cubrir algunas faltas graves de sus hijos.
Las faltas pueden parecer pequeñas, pero son como un cáncer silencioso y los resultados son nefastos y se reflejan en el tiempo. Lo peor, es que las consecuencias, muchas veces, son irreversibles.
Por eso publico esta carta en AVÍO DEL ALMA. Para invitar a la reflexión… antes de que sea demasiado tarde.

EL ÚLTIMO DESEO…
Un joven, horas antes de ser ejecutado como consecuencia de los errores y delitos cometidos, mientras esperaba en su celda el fatídico momento de su muerte, pidió como último deseo papel y lápiz para escribir una conmovedora carta.
Luego de escribir por varios minutos, le dijo a su custodio con lágrimas en los ojos: - ‘‘Por favor, entregue esta carta a mi madre’’.
La carta decía así:
‘‘Madre, creo que si hubiera más justicia en este mundo, tanto tú como yo deberíamos ser ejecutados.
¡Tú eres tan culpable como yo de mi miserable vida!
¿Te acuerdas madre, cuando llevé a casa aquella bicicleta que le quité a otro niño igual que yo?
Tú me ayudaste a esconderla para que no se enterara papá.
¿Te acuerdas madre, cuando me robé el dinero de la cartera de la vecina?
Fuiste conmigo al centro comercial y lo gastamos juntos.
¿Te acuerdas madre, cuando echaste a papá de casa porque me retó?
Él sólo me quiso corregir por haber robado el examen final de mi grado y a consecuencia de eso me expulsaron del colegio.
¿Te acuerdas madre querida, cuando no cumplía con las tareas de la escuela y tú en lugar de exigirme me firmabas el Cuaderno de Comunicaciones, pero no acudías a las citaciones?
Siempre dejabas pasar por alto los llamados de atención de la maestra.
MADRE, YO ERA SÓLO UN NIÑO. LUEGO FUI ADOLESCENTE Y AHORA UN HOMBRE ¡¡¡MAL FORMADO!!!
Era sólo un niño inocente que necesitaba corrección, y no consentimiento.
Pero te perdonó, y sólo te pido que le hagas llegar esta carta a todos los padres del mundo. Que sepan que ellos son los únicos responsables de formar, a un hombre decente, o a un vulgar delincuente.
Dios bendiga a aquellas madres que se sienten orgullosas de haber formado hombres útiles a la sociedad y no delincuentes a los que no les tiembla la mano para arrancar vidas y robar lo que con tanto sudor y trabajo ganan los demás…
Gracias madre por darme la vida y gracias también por ayudarme a perderla.

¡TU HIJO, EL DELINCUENTE!

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