AVÍO DEL ALMA

lunes, 8 de febrero de 2016

EL REY Y SUS CUATRO ESPOSAS


El Rey y sus 4 Esposas

Había una vez un rey que tenía 4 esposas.

Él amaba muchísimo a su cuarta esposa y vivía dándole lindos regalos, joyas y finos vestidos. Le daba de todo y de lo mejor.

Él también amaba mucho a su tercera esposa, y le gustaba exhibirla en los reinos vecinos. No obstante, tenía miedo de que un día ella lo dejase por otro rey.

Él también amaba a su segunda esposa. Ella era su confidente y estaba siempre lista para él, con amabilidad y paciencia. Siempre que el rey tenía que enfrentar un problema, confiaba en ella para atravesar esos tiempos de dificultad.

La primera esposa era una compañera muy leal, y hacía todo lo que estaba a su alcance para mantener muy rico y poderoso al rey y al reino. Sin embargo, el rey no amaba a su primera esposa, y a pesar de que ella lo amaba profundamente, él apenas se fijaba en ella, y muchas veces la despreciaba. Hasta se olvidaba que existía.

Un día, el rey cayó enfermo y se dio cuenta de que su fin estaba cerca. Los médicos le pronosticaron que le quedaban pocos días de vida.
Como sucede a toda persona que recibe una noticia así, el rey se preocupó mucho, y se preguntaba:
– Ahora yo tengo cuatro esposas conmigo, pero cuando muera, ¿alguna de ellas querrá venirse conmigo para toda la eternidad? Así que decidió preguntárselo a ellas, que era la mejor manera de saberlo.

Entonces preguntó a la cuarta esposa: – Yo te amé tanto, querida, te cubrí de las más finas ropas y joyas. Mostré cuánto te amaba cuidando bien de ti. Ahora que yo estoy muriendo, ¿eres tú capaz de venir conmigo, para no dejarme solo?
-¡De ninguna manera!- respondió la cuarta esposa, y salió del cuarto sin siquiera mirar para atrás.
La respuesta que ella le dio cortó su corazón como si fuera un cuchillo afilado.

Tristemente, el rey preguntó a la tercera esposa: – Te he amado toda mi vida. Ahora que yo estoy muriendo, ¿eres tú capaz de venir conmigo y compartir a mi lado nuestro amor por toda la eternidad?
-¡¡¡No!!!- respondió la tercera esposa- ¡La vida es muy buena! Cuando tú mueras voy a casarme de nuevo.
El corazón del rey casi se detiene al oír esta respuesta, y por poco no se muere antes de tiempo.

Después preguntó a la segunda esposa: – Yo siempre recurrí a ti cuando necesité ayuda, y tú siempre estuviste a mi lado. Cuando yo muera, ¿serías tú capaz de venir conmigo para hacerme compañía por toda la eternidad?
– Lo siento mucho, pero esta vez no puedo hacer lo que me pides- respondió la segunda esposa-. ¡Lo máximo que puedo hacer es enterrarte y pedirle a Dios por ti!
Esa respuesta cayó como un trueno en la cabeza del rey, y una vez más quedó afectado.
Entonces, una voz se hizo oír: – Yo partiré contigo y te seguiré por donde quiera que vayas…

El rey levantó los ojos y allí estaba su primera esposa, tan flaquita, tan desnutrida, tan sufrida…
Con el corazón partido, el rey dijo: – Debería haber cuidado mucho mejor de ti mientras aún podía…

La verdad es que todos nosotros tenemos cuatro esposas en nuestras vidas…

Nuestra cuarta esposa es nuestro cuerpo. A pesar de todos los esfuerzos que hacemos para mantenerlo saludable y bonito, él nos dejará cuando muramos.


Nuestra tercera esposa son nuestras posesiones, propiedades y riquezas. Cuando morimos, todo eso va para los otros.

Nuestra segunda esposa son la familia y los amigos. A pesar de amarnos mucho y de estar siempre apoyándonos, lo máximo que ellos pueden hacer es enterrarnos.

Y nuestra primera esposa es nuestra ALMA, muchas veces dejada de lado por perseguir, durante toda la vida, la Riqueza, el Poder, y los Placeres de nuestro Ego.

A pesar de todo, nuestra Alma es la única cosa que siempre irá con nosotros, no importa donde vayamos… y nos acompañará por toda la eternidad.
PIENSA qué atención estás prestando a TU PRIMERA ESPOSA, TU ALMA, y no te olvides de ella, pues VA A ESTAR JUNTO A TI POR TODA LA ETERNIDAD.

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