miércoles, 28 de octubre de 2015

LAS SÁBANAS SUCIAS


LAS SÁBANAS SUCIAS




Una pareja de recién casados, se mudó para un barrio muy tranquilo a vivir.

En la primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer se dio cuenta a través de la ventana, que una vecina colgaba sábanas en el tendedero.

-     ¡Que sábanas tan sucias cuelga la vecina en el tendedero! Quizás necesita un jabón nuevo… ¡Me agradaría  ayudarla a lavar las sábanas!

El marido miró y quedó callado.

Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina tendía sus ropas al sol y al viento.

Al mes, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas limpiecitas, y dijo al marido:

-     ¡Mira, ella aprendió a lavar la ropa! ¿Le habrá enseñado a lavar otra vecina?

El marido le respondió:

   -     ¡No, hoy me levanté más temprano y lavé los vidrios de nuestra ventana!



Reflexión

La vida muchas veces es así. Vemos a los demás y juzgamos muy rápidamente. Pero todo depende de la limpieza de la ventana a través de la cual observamos los hechos.

Antes de criticar, quizás sería conveniente verificar si hemos limpiado la ventana de nuestro corazón para poder ver más claro las  actuaciones de los demás.

Entonces podremos mirar a los demás con mirada limpia y descubriremos una realidad totalmente distinta de la que veíamos y nos permitíamos criticar.

Que Dios te conceda la gracia de tener siempre un corazón limpio, porque entonces no solo verás a los demás de forma diferente, sino que verás a Dios.



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